El edificio fue proyectado en 1859 y debe su nombre a su promotor, el abogado, terrateniente y político tarraconense, Joan Miret y Terrada.
En el momento de su construcción, la ciudad de Tarragona empezaba a abrir sus límites más allá del casco antiguo y la muralla que la rodeaba. Así fue como se proyectó la Rambla Nova, extramuros de la antigua ciudad, convirtiéndose en el actual espacio de ensanche.
A lo largo de 1859, Joan Miret se dedicó a comprar los terrenos donde construiría su futura residencia, y comenzó su allanamiento en septiembre del mismo año. El promotor, además de nivelar los terrenos de su propiedad, lo tenía que hacer también en las calles que rodearían la casa. La proyección del futuro espacio público se sostenía, en parte, a merced de la iniciativa privada.
El 14 de septiembre de 1859 del Ayuntamiento de Tarragona emitía la licencia de obras para la construcción del edificio. En esta, pedía a Miret que se ciñera a los planos presentados y que estucase las fachadas de acuerdo al lugar preferente que ocuparía la futura casa. También concedía un plazo máximo de ejecución de año y medio.
Sabemos que ese mismo mes de septiembre se inició la obra, gracias al inventario que se hizo de unas piezas de origen antiguo encontradas en el terreno al comenzar los trabajos de allanamiento. Las piezas se encuentran depositadas en el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona, y se definían de la siguiente manera…..
Casa Joan Miret (ver pdf)